viernes, 30 de mayo de 2014

Cables sueltos

*¿Qué me pasa que me vivo mintiendo? No extrañarte es una de las mentiras más crueles que me hice a mí misma, una de las peores negaciones 

*No estás, ya no estás acá y la culpa fue mía. 

*No vuelvas, me hacías tan mal. Peleábamos todo el tiempo, no estaba en paz por más de dos días consecutivos. Morite, te odio, siempre te odié. 

*¿Estarás bien? Te veo tan bien, y me gusta tanto verte así

*Quiero saber qué sentís, cómo estás con tu nueva novia o lo que carajo sea, quiero saber si te cuida como yo no lo hice. Nada más 

*¿Pensás en mí?

*Te noto distinta, cada vez más desconocida, como si nunca hubiese existido en tu vida ni vos en la mía

*¿Pensás en que mañana es 31 de mayo? 

*A veces me acuerdo de cómo sonreías cuando me mirabas, y sonrío hasta que me acuerdo que ahora le sonreís de la misma forma a otra persona 

*No puedo creer que estemos en caminos tan distintos, si vos y yo siempre juramos ir al mismo lugar

*Me lo merezco, en parte, pero a veces no me arrepiento de haber terminado con las peleas sin fin 

*A veces sí me arrepiento ... 

*Volvé para saber que no te olvidaste tanto de mí. No como novia, sino como todo lo demás que eramos para la otra. Todo


sábado, 7 de diciembre de 2013

Ayuda

Me tienen cansada. Me tienen cansada sus controles, sus reclamos, sus pretensiones egoístas. "Comé, hacelo por nosotros" "Te estás haciendo mal y nos hacés mal a nosotros"... "Hace, comé, nosotros"... 
¿No importa lo que quiero YO, lo que me pasa A MÍ? ¿No importa la angustia desgarradora que me inunda cuando una miga de comida me llena el estómago? ¿No importa que vivo odiándome por comer? 

Quiero dejar de comer. No es un capricho, es mi pedido de ayuda. Es la única ayuda que pueden darme, porque ninguna palabra que salga de la boca de nadie puede hacerme cambiar de opinión. Ya no. 
Por favor, déjenme ser linda y flaca. Déjenme pesar cada vez menos hasta que desaparezca, porque ahí voy a ser feliz. 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Disfrazando al volcán con papelitos de colores

Confusión, culpa, enojo, angustia, desesperación, odio, cansancio, dolor 
¿Dónde quedaron las cosas lindas de mi vida? Abajo de esta montaña de sentimientos negativos 
¿Cuándo se van a ir? Cuando alcance mi peso ideal, y hasta el momento pareciera que nunca voy a lograrlo. 
¿Me tengo que armar de valor para volver a ser una infeliz? Me lo merezco. 

Definitivamente, lo poco "bueno" de mí que queda dentro de mi cuerpo es lo único que me está conteniendo para no hacer erupción. 

lunes, 28 de octubre de 2013

Cómo ser infeliz contentando al mundo

Mi nueva obsesión por alcanzar la perfección estaba alejándome de las personas que amo, porque en su intento por cuidarme me enojaba y defendía este amor por el no-comer a muerte, asustándolos, agotando su paciencia. Yo lo sentía y sé que no me equivoco. No sé si estoy lista para perder esa parte de mí...

He aquí, yo de nuevo, la misma infeliz de siempre, que empezó a comer para ver caritas felices a su alrededor. No fue difícil empezar a hacerlo, estaba muerta de hambre, pero sí lo fue y lo está siendo el aumentar, el volver a ver a la gorda asquerosa en el espejo, el ver un 44 en la balanza y saber que en dos días serán 47, el escuchar como me insulta mi 'amiga' del lado oscuro "Débil, gorda, nunca vas a ser como yo, sos una fracasada. Siempre lo fuiste y siempre lo vas a hacer"
De vuelta me disfrazo de nenita buena que intenta cambiar con ganas, cuando en realidad estoy gritando de dolor, de bronca.
Las palabras que no digo se transforman en atracones salvajes, con la diferencia de que ahora no puedo sacarlo. Y todo se queda: el enojo, la angustia, y la grasa. Y nadie lo ve, y a nadie le importaría, prefieren esto antes de que deje de comer.
De alguna forma todo este dolor tiene que terminar, necesito volver a sentirme bien, y haciendo esto por los demás, no creo que pueda.

sábado, 26 de octubre de 2013

Nueva ventana incógnito

Todos, o casi todos, los seres humanos tenemos un lado oscuro, perverso, secreto, que no se deja ver a simple vista y pocas veces es posible sacarlos a la luz en público. En algunos es más imperante que en otros, y sólo nosotros sabemos qué se esconde ahí, sólo nosotros sabemos convivir con él, o no... 
Vendría a ser, algo así como nuestra "ventana incógnito" mental, esa que abrimos solamente en privado, esa que no deja huellas ni registros en el costado luminoso de nuestras vidas. 
Y ahí está mi ¿"problema"?, yo no lo veo así, pero es algo que cambió en mí (una de tantas cosas....) y que realmente llama mi atención. Cada vez me siento más sumergida en mi lado oscuro, cada vez paso más tiempo navegando en mi ventana incógnito (ya no es necesario usar comillas, es también literal) Hasta hace poco yo era una huésped en esa oscuridad, fue tanto el tiempo que pasé ahí que  llegué a conocer a mi nueva amiga, que me abrió su puerta, me sedujo, me hizo quedarme y no dejarme ir. Yo no me quiero ir, yo soy feliz con ella. No le puse nombre, no hace falta, es igual a mí, aunque mucho, mucho más delgada, más exigente, más ambiciosa; es la versión perfecta de mí. Desde que la conozco es lo único que me importa, soy más fría, más irritable, más mal humorada, vivo angustiada y ya nada de mi mundo habitual me resulta estimulante, ni mis amigas, ni mi curso, ni la música, ni la comida.
 Vivo hablándole, contándole lo que siento, lo que comí, mis culpas, mis metas... Y me vive exigiendo que sea como ella, me ayuda a ser mejor, perfecta, delgada. Empezó a castigarme cuando comía y a felicitarme cuando bajaba de peso, me enseñó de calorías, de medidas, de pesos, de cómo ser una hija de puta conmigo misma cuando hace falta, con tal de "aprender de esos golpes, para ser después más perfecta" Me hizo cuentas de Twitter, de Facebook, un diario íntimo morboso que me daría pena que alguien leyera.
Mi nueva amiga necesitaba revelarse y ahora no sólo ante mí, sino ante todos. 
Llega un punto en el que ya no recuerdo quién es dueña de este cuerpo -asqueroso-, si ella o yo. Ya no espera a que baje el sol para hablarme en secreto, sino que lo hace todo el día en cualquier lugar, incluso a veces ella habla con mis conocidos, como si fuera yo.
Antes pensaba que ella era una parte de mí, la reina del lado oscuro; ahora siento que es toda yo, y yo solamente una porción de mí que todavía no vomité.